Un lunes de enero

Luego de superadas dos variantes de la pandemia, y muy dispuesta a iniciar con energía mi nueva y saludable vida, acordé con las amigas del grupo de entrenamiento, salir un lunes de enero a lo que seria mi primera caminata del año. No podía sino festejarlo retomando mis ejercicios, después de tanto tiempo encerrada. Y qué mejor que un lunes para un significativo comienzo.

Aún no amanecía cuando sonó el despertador. El cansancio me golpeo como en otros días, y no pude sino removerme despacio entre las suaves y cálidas sábanas. Ahora el plan sonaba demasiado ambicioso e inútil para mi cuerpo soñoliento, y estuve a punto de abandonarlo. Pero ya había quedado con ellas, así que unos segundos después, con renovadas fuerzas y de un tirón, salté de la cama y me monté en los nuevos zapatos deportivos destinados para tal fin.

La mañana era color naranja y las nubes, teñidas con los primeros rayos de sol, intentaban calentar la brisa fría que permanecía desde fin de año. Luego de caminar unos minutos, llegue hasta el lugar de encuentro.

Mi querida amiga Deisy, a quien no veía desde diciembre, me recibió efusiva con sus brazos abiertos invitando al abrazo, y en ese momento agradecí haber ido. Inmediatamente llego el grupo de mujeres envueltas en sonora charla, y me saludaron con choque de manos celebrando mi regreso luego de tan larga recuperación. 

Arrancamos con buen ritmo, mientras me interrogaban sobre el viaje que acababa de hacer a la Argentina. Yo me entusiasme con tanta atención y emprendí la marcha animada.

Luego de un rato de caminata y charla, el corazón agitado me señaló que el ritmo estaba muy exigente, y decidí concentrarme en la respiración que ya comenzaba a acelerarse. Pronto todas se habían callado e iban también atentas al camino. Mi amiga y una rubia que yo no conocía, se habían despegado del grupo en trote, y ostentaban la delantera a gran distancia.

En cuanto cruzamos la esquina, la calle se transformó en una fuerte pendiente. Traté de apurar el paso, aún me mantenía cerca del grupo pero podía predecir que no sería por mucho tiempo. De repente todas iniciaron el trote para la subida, y no tuve más remedio que incorporarme a tal osadía. Recordé la advertencia de mi médico sobre el problema en la rodilla, pero no quería distanciarme y quedar rezagada, así que, también en tímido trote inicie mi subida.

Cómo imagine, «La Fuerza», como decimos los apasionados de «La guerra de las galaxias», solo me acompañó por un rato. En cada zancada el corazón me saltaba al igual que el cerebro, y podía sentir el sudor que bajaba a chorros por la espalda. Ya casi en la cima y a punto del desmayo, decidí que era suficiente y me detuve.

Volví a los infelices pasos de caminata tragando bocanadas de aire sin control y expulsándolo con fuerza por la boca. Poco a poco me sobrepuse. Luego de unos segundos y respirando como un ser casi normal, alcé la mirada solo para ver, que en la cúspide de la colina las chicas me esperaban triunfantes y sonrientes, conversando entre sí como sí nada.

De inmediato disimulé con pose de deportista no afectada por seis meses de reposo, y con una mano en la cintura y batiendo lentamente la otra les agradecí la espera, mientras pensaba arrepentida que tal vez debí quedarme esa mañana entre las cálidas sabanas, soñando con el inicio de mi saludable nueva vida, en algún próximo día.

Seguí caminando de regreso en silencio con mi mejor sonrisa.

18 respuestas a “Un lunes de enero”

  1. …bonito relato… inspirador!!!… yo aquí en esta esquina todavía «trato» de retomar la caminata, sin éxito, algún dia 🙂

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    1. Gracias!! Es maravilloso poder inspirar, espero lo logres!!!

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      1. Avatar de tucasaidealve
        tucasaidealve

        Me encanta tu forma de escribir , ya que se hace amena la misma y es facil incorporarse, y hacerla interesante.
        Muchos éxitos

        Le gusta a 1 persona

  2. Me encantó amiga, orgullosa que hagas lo que te gusta.
    Te felicito.

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  3. Excelente relato! Felicitaciones

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  4. Avatar de tucasaidealve
    tucasaidealve

    Me encanta tu manera de escribir, ameno, uno se incorpora en.la misma y no se deja hast el final.
    Mari, muuuuchos éxitos en este pagina de tu vida profesional

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  5. Avatar de Militza Lucena Gonzalez
    Militza Lucena Gonzalez

    Hello, hello, Manita, este es un relato muy bueno si, pero sé de muchos otros que están guardados en una agenda, y esos ya mismo subirlos y media web se va a enganchar con tus relatos, anécdotas y pare de contar, recuerda que la vida es un teatro, donde desempeñamos el rol que nos toque, y, según sea la escena, y lo espectante que ésta pueda producir en el público, ahí en esa esquina, entra la cinematografía, vamos pues, adelante con los relatos, que por aquí ai mucho cuento, si y cuentos para conversar. Felicitaciones y un abrazo mollejuo, hermanaza mia de la vida, sueños vividos. Tqm cuidate.

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  6. Avatar de Ninoska Di Ferdinando
    Ninoska Di Ferdinando

    Maravilloso, me encanta como escribes, todos hemos tenido un lunes de enero, Dios te Bendiga

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  7. Bello Mari. Ese grupo y la actividad es muy inspirador. Sigue adelante con tan bello proyecto.

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