El aire trae un rumor de abejas,
atenta me quedo a su suspiro,
ha viajado quinientas mil leguas
tan solo para contarme,
lo solitario de tu camino.
No decaigas amigo
que las estrellas te acompañan,
y la brisa de la mañana
hace brillar las primeras luces.
Escucha a los pericos tarareando
el mágico canto de tulipanes.
Atraviesa parajes de violetas.
Salpica con tus sueños al viento,
que los complices del destino
están cantando,
y te invitan a respirar
el perfume azul del mastranto.
No desmayes amigo.
Detén tus pensamientos quejosos,
con el brazo sacude el polvo marchito,
y que la lluvia lave tu desgarrado traje.
Aunque la risa se calle
y el suelo se vuelva rocoso,
no vale una lágrima el desconsuelo,
toma fuerzas para el vuelo,
y cabalga en tus sueños de nuevo.
No decaigas amigo
salta conmigo
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