Quisiera salir de madrugada
cuando los pájaros aun duermen.
Saltar despacio, callada,
a besar con mis manos la alborada
y respirar su aliento de presagios.
Camino arañando paredes de brisa,
acortando el olvido y los años.
Me elevo del cemento y me pierdo.
Flotando entre chubascos, voy riendo.
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