Agradezco al viento
el frescor rozando mi cuello,
y poder recordar en un suspiro,
el dulce sabor de unos besos.
De la mañana agradezco
el aroma del café caliente
que siempre grita, álzate!
Agradezco la voz de mi madre
echando la bendición,
y al cielo su intenso naranja,
que llena de belleza las tardes.
Agradezco el esfuerzo
heroico de mi menor hija
haciendo mil giros en el aire.
Y una y mil veces agradezco
el amor de mi hija mayor,
cuando mágicamente su dulce voz,
entona una canción.
Doy también gracias a Dios
por las luces para entender fracasos,
soltar cariños llenos de espinas,
apegos, y cerrar heridas.
Agradezco ahora el recordar
quien soy,
y sacudir temores
que por tanto tiempo
apagaron la inspiración.
Recordarme a mi misma
y el poder que llevo dentro,
afilando los ojos, las manos y la risa,
avivando historias guardadas.
Resucitando la propia vida.
Agradezco despertar a tiempo.
Ahora, a perdurar el sueño.
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